Las 3 estrategias que más ayudan en duelo

Autor:
Camilo Russi - @bycamilorussi 
Líder en la educación sobre la muerte

En este otro artículo te expliqué por qué no tiene sentido la afirmación de que "el tiempo lo cura todo", y menos en el duelo. Ahora, si el tiempo no es lo más importante en tu duelo, ¿qué es lo más importante? En base a mi experiencia apoyando dolientes, te lo comparto: 

1. Sentir. Esta es la prioridad.

El duelo no es un proceso mental, por lo menos al principio. La prioridad es que te permitas sentir todo lo que estés sintiendo, sin juzgarlo como malo o bueno. No hay emociones negativas o positivas, simplemente emociones. Cuando juzgas la tristeza como algo malo, subconscientemente vas a estar luchando contra que estés sintiendo tristeza. ¿El problema con esto? Que ya estás sintiendo tristeza. No puedes des-sentirla. En mi curso de amor propio describo en detalle cómo sentir para dejar de sufrir.  Los enemigos del sentir son los “tienes que ser fuerte”, los juicios y las distracciones. Si la emoción está ahí, permítete sentirla, recordando que es parte natural de tu proceso de duelo, recordando que no es mala, que no es un error de la creación, que simplemente es una e-moción, energía en movimiento. Deja que se mueva, y pasa. Manténla quieta con distracciones y juicios, y va a perdurar. 

2. Sudar

El movimiento físico es importantísimo a la hora de abordar un duelo, ya que el duelo es una situación estresante por naturaleza. El estrés genera hormonas (principalmente Adrenalina, Noradrenalina, Cortisol) que si no se “gastan”, son perjudiciales para el cuerpo, y ¿quién quiere estar en duelo Y enfermo? Nadie. ¿Cómo nos gastamos estas hormonas? Moviéndonos hasta sudar un poco, pero no es necesario que te conviertas en atleta. Simplemente muévete de 20 a 30 minutos al día, puedes comenzar con caminar.

3. Tomar acción consciente

Una vez te permites sentir, llega la claridad mental, que no puede existir en el torbellino de emociones. Con esta claridad puedes tomar acción proactiva, y no reactiva, para reconectar con la vida. Algunas personas deciden decirle a sus seres queridos todo lo que los aman, otras comienzan grupos de apoyo para dolientes. Otras personas buscan nuevas formas de aprovechar la vida, comienzan a hacer ejercicio, a disfrutar la comida, a dejar de trabajar tanto, a aprovechar oportunidades, a dejar de preocuparse por cosas pequeñas. Otras personas simplemente comienzan a vivir con más presencia y con la consciencia de que cada momento puede ser el último. Ojo, esto es algo que llega en su momento, si es que llega. No sientas que *tienes* que aprender de tu duelo, no sientas que *tienes* que cambiar tu vida de una manera trascendente. Tomar acción consciente es una opción, y por supuesto que es una opción constructiva, pero definitivamente no es algo obligatorio. Si encuentras el espacio mental y la energía para pensar y tomar acción, genial, si no, no pasa nada. Siéntete como sea que te sientes, es tu duelo, y punto. 

Extra: un proceso de acompañamiento.

Puedes vivir el duelo en soledad, pero no es necesario. Puedes acompañarte de familiares, amigos y profesionales. En caso de que crea que te convenga un acompañamiento individual adaptable, contundente y amoroso, escríbenos al WhatsApp  y te damos opciones.

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Un fuerte abrazo,

Camilo Russi