La cura para el dolor está en el dolor

Autor:
Camilo Russi - @bycamilorussi 
Líder en la educación sobre la muerte

Esta es la ironía de cómo abordamos el dolor: le huimos. Le huimos a algo que simplemente es parte inevitable de la vida. Imagínate qué tan inevitable es, que hay dolor en el nacimiento.

Existe la tendencia de clasificar el dolor como algo malo, pero esto no es así en realidad. El dolor no es, por definición, malo. De hecho, el dolor tiene una razón biológica muy clara y es muy útil: el dolor, ya sea físico o emocional, es un mensajero que te alerta de algo que te puede hacer daño o maltratar, con el objetivo de que puedas modificar aquello que te produce dolor (muy diferente a modificar el dolor mismo).

En el caso físico, está muy claro: tengo que hacerle caso para no seguir haciéndome daño. Me quemo con el fuego, me duele, y me alejo. Pero... no lo hacemos así con dolores no tan evidentes. Esto es lo normal:

• Dolor de cabeza -> pastilla.
• Dolor de estómago -> otra pastilla
• Gripa -> oootra pastilla

Usamos pastillas para no sentir dolor e ignoramos la raíz causante del dolor, que normalmente es un síntoma, de algo más profundo. Ojo, no tiene nada de malo aliviar el dolor físico con pastillas, pero lo que no debemos asumir es que al aliviar el dolor sanamos lo que lo está causando. Recuerda que el dolor es un mensajero. Lo que sana es comprender y abordar la raíz del dolor. ¿Por qué comenzó? ¿De qué te está alertando, o cuál es el mensaje que me da el dolor? Identificas la raíz y puedes cambiarla, si quieres. Ahora tienes la elección, y no estás simplemente ignorando el mensaje que te da el dolor.

Ahora, en lo mental y emocional funciona similar, pero... en este caso no aliviamos el dolor con pastillas, sino que lo evitamos reprimiendo emociones, fortaleciendo mentalidades limitantes, ocupándonos y distrayéndonos en otras cosas.

La ironía es que al reprimir el dolor, lo perpetúo. Pero al permitirme sentirlo, claro, voy a sentir dolor, pero ya no voy a sentir mi lucha contra el dolor. Sentir el dolor es incómodo, pero luchar contra el dolor es una tortura. 

Por esto el poeta místico Rumi decía que "la cura para el dolor está en el dolor".

Haz el experimento: la próxima vez que llegue el dolor emocional, permítete sentirlo, sin rechazarlo, sin la intención de que se acabe, sin la expectativa de que se sane, sin el juicio de que eso sea bueno o malo. Simplemente siente. Una vez te hayas permitido sentirlo, puedes usar tu mente lógica para elegir cuál es el mensaje / aprendizaje que te quiere dar ese dolor. Es sólo un experimento, cuéntame en los comentarios cómo te va. 

Aclaración #1: El dolor no es malo, pero eso no quita que pueda ser muy incómodo.

De hecho, el dolor debe ser incómodo, porque si no, no le vas a poner atención, lo vas a ignorar y no vas a escuchar su mensaje. Hacer las paces con la incomodidad es clave. Una vida sin incomodidad, además de ser aburrida, no existe. 

Aclaración #2: El hecho de que el dolor no sea malo no significa que debamos buscar el dolor.

Aquí simplemente estamos estableciendo que el dolor no es un error de la existencia, no es algo que simplemente debo ignorar y reprimir como si no existiera. Pero claro, esto no significa que ahora me vaya al otro extremo, declare que el dolor es bueno y lo busque constantemente. Eso tampoco es natural.

En conclusión: el dolor no es malo, es un mensajero que conviene escuchar. De otra manera te la vas a pasar luchando contra lo que ya es como es. Eso es un desperdicio gigantesco de tu energía.

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Un fuerte abrazo,

Camilo Russi